UN NUEVO TIEMPO

TODO CAMBIA. Bien lo dice la canción de Mercedes Sosa: “Cambia, todo cambia. Y lo que cambió ayer, tendrá que cambiar mañana…”
Parece irónico que la constante en nuestras vidas es que todo cambia. Así que te pregunto, ¿Cómo enfrentas el cambio?
Dios es un Dios que se mueve por estaciones, por tiempos. En su orden divino estableció cuatro estaciones: el verano, la primavera, el invierno y el otoño; y aunque no todas las regiones del mundo experimentan las cuatro, seguramente en tu país experimentan al menos dos.
El día tiene 12 horas de luz y 12 horas de oscuridad, cada año 365 días que se organizan en 12 meses, cada uno con su propio clima.
Dios, no varía. Es constante siempre, así que las temporadas en nuestras vidas siempre cambiarán. Lo mejor que podemos hacer es ajustarnos a la idea de que siempre tendremos cambios, no tenemos por qué sufrirlos, podemos abrazarlos como el regalo perfecto que Dios tiene para este momento de nuestras vidas.
Espiritualmente estamos entrando en una nueva temporada, si de repente notas que todo se está transformando en tu vida, es porque El Señor nos está adentrando a un nuevo tiempo. Un tiempo en el que podremos experimentar mayor discernimiento, mayor conocimiento, mayor presencia, mayor poder. Eso, si sabemos soltar lo viejo, porque como le dijo su tío a Peter Parker (Spiderman) “A mayor poder, mayor responsabilidad” Y Jesús fue muy claro en decirnos que NO SE PUEDE poner vino nuevo, en odres viejos.
¿Estás renovándote para recibir ese nuevo vino? En tus propias fuerzas nada podrás lograr, te frustarás, llorarás y te lamentarás de no poder ser eso que “Dios espera que seas”, pero, la verdad es que Dios lo único que anhela es a ti, es decir, mayor rendición de tu parte. En la vida cristiana la frase es: “A mayor rendición, mayor conocimiento” Conocimiento del verdadero Jesús, el poder de aceptar tu verdadera identidad de hij@ suyo, menos de tu voluntad, tu sabiduría, tu ego. Más de El y menos de ti.
Así que lo único que tienes que hacer es rendirte y recibir este nuevo tiempo. Reconocer que sin Él nada puedes hacer y pedirle su ayuda para soltar lo viejo, lo que te estanca, lo que te impide avanzar.
Este es un nuevo tiempo, lleno de misericordia y de abundante gracia, es un tiempo donde el cetro del Rey se ha extendido hacia su iglesia, donde todo lo que le pidas (conforme a su voluntad) lo recibirás.
¿Estás list@ para este tiempo?
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He aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz; ¿no la conoceréis? Otra vez abriré camino en el desierto, y ríos en la soledad. Is. 43:19
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